sábado, 6 de diciembre de 2014

DIETA PARA PERDER CALORÍAS

Para perder peso, hay que adquirir hábitos alimentarios que sean fáciles para nosotros: 

Y ahí es donde llegamos a la sutil diferencia entre dieta y hábitos saludables. Mientras que una dieta la entendemos más como un plan de alimentación cerrado y muy encorsetado, los hábitos saludables son más incorporables a nuestro día a día.

Digamos que los pequeños cambios en nuestra dieta (menos refrescos, más pescado, fruta...) son los que podemos incorporar a nuestro día a día y podemos mantenerlos más en el largo plazo.
Si una dieta nos obliga a comer pechuga de pollo (o cualquier alimento), en demasía, si ese alimento no nos gusta, no sabemos cocinarlo o, simplemente, nos acaba aburriendo, es normal que la dieta no perdure más allá de cuando consigamos nuestros objetivos o acabemos hartos de ella.
Debemos de ser conscientes de nuestro contexto alimentario y saber sacarle el mejor partido: la compra en el supermercado, el cocinado, el reparto de comidas a lo largo del día, nuestra capacidad de resistirnos a las chuches... Si tenemos todo en cuenta, poco a poco podemos ir cambiándolo para que, a largo plazo, nuestra alimentación sea eficaz para perder peso.
Es normal que la pérdida de peso la queramos aquí y ahora, pero si lo hacemos de forma constante y poco a poco, nuestra alimentación no sufrirá un cambio tan drástico y la asimilaremos mejor, pudiendo mantenerla con el paso de los años. Modificar hábitos alimentarios sí que es una dieta efectiva, que nos hará perder peso y que la seguiremos haciendo después de años.

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